EFP (Especialidad Farmacéutica Publicitaria)

Las siglas EFP significan Especialidad Farmacéutica Publicitaria. Identifican medicamentos autorizados para anunciarse al público y dispensarse sin receta, siempre para el alivio de síntomas leves y por periodos cortos. Aunque sean de libre acceso, su uso responsable es fundamental.

¿Qué significa EFP en farmacia y qué implicaciones tiene?

Un medicamento EFP cuenta con un perfil de seguridad conocido y está indicado para tratar dolencias frecuentes y menores, como dolor leve, acidez o resfriado. Que sea publicitable no sustituye el criterio profesional ni la lectura del prospecto.

¿Qué tipos de medicamentos EFP existen y cuándo se recomiendan?

Incluyen analgésicos suaves, antiácidos, antitusivos, antialérgicos y tratamientos tópicos para problemas leves. Se recomiendan para molestias puntuales y en personas sin condiciones que requieran valoración médica previa.

¿Cómo saber si un medicamento es EFP y cómo identificarlo en el envase?

El envase y el prospecto especifican su condición de venta sin receta. En caso de duda, el equipo de farmacia puede confirmarlo y explicar la posología apropiada y las precauciones principales.

¿Qué diferencia hay entre un medicamento EFP y un medicamento de prescripción?

Los de prescripción requieren diagnóstico y seguimiento médico. Los EFP están diseñados para autocuidado responsable y síntomas leves de corta duración. Si el cuadro no mejora en el tiempo indicado, conviene consultar.

¿Qué precauciones seguir al usar un medicamento EFP?

No prolongar el tratamiento más allá de lo recomendado, evitar combinaciones innecesarias y revisar posibles interacciones con otros fármacos. En embarazo, lactancia, niñez o polimedicación, es mejor buscar consejo profesional antes de usar EFP.

¿Cuándo dejar de usar un EFP y acudir al profesional sanitario?

Si los síntomas persisten, empeoran, aparecen signos de gravedad o se presentan efectos adversos inesperados. La farmacia puede orientar sobre la mejor vía de atención en cada caso.